¿Qué uso le damos a nuestras terrazas?
Venimos de vivir una temporada larga hacienda mucha vida en casa: trabajando, descansando y también amoldándonos a pasar nuestro tiempo de ocio con las opciones que nuestro hogar nos puede proporcionar. Hemos aprendido a valorar espacios que hemos tenido abandonados y también hemos aprendido lo que necesitamos tener en nuestra próxima vivienda: una habitación para teletrabajar si es el caso y, definitivamente, una terraza grande.
Últimamente en mi día a día, por las características de mi trabajo, escucho en repetidas ocasiones eso de «y, sobretodo, necesito una terraza grande». Efectivamente, es ideal tener un espacio amplio al aire libre, donde poder tener una zona de comedor, una zona de estar, incluso una zona de ocio.
La realidad es que la mayoría de nuestras terrazas resultan pequeñas para todos esos usos y terminan siendo – en muchas ocasiones – un aparcamiento de bicicletas, un trastero o un lugar donde colocar lo que nos sobra en casa que, por cierto, en próximos artículos hablaré sobre esta cuestión. Podemos aprender a sacarle partido al espacio que tenemos, por pequeño que sea, solo hay que tener un poco de ganas y algo de creatividad.
Consejos para decorar una terraza
Para empezar, te propongo un ejercicio: sal a tu terraza o balcón, presta atención a lo que tienes (o no tienes) y piensa en el uso que le das al espacio y a los elementos con los que cuentas. Con lo que ves, ¿te apetecería sentarte al aire libre a descansar, leer un libro o tomar un refresco sin salir de tu casa? Si la respuesta es “sí”, estás de enhorabuena, aprovecha el momento y disfrútala, pero si la respuesta es “no”, te dejo unos consejos a continuación para que le saques todo el partido posible considerando la forma o tamaño de tu terraza o balcón.
Si tu terraza es más bien alargada, con un ancho de entre un metro o un metro y medio, es muy buena idea poner un banco – de almacenaje si quieres – en uno de los extremos de la terraza, con unos cojines aptos para exterior de manera que tengas asiento para dos personas, así puedes aportar color y utilidad. Si, además, añades una mesa con uno o dos asientos más, ya tienes espacio para poder disfrutar de una cena en familia o con amigos en tu terraza. Si tú espacio es aún más pequeño, siempre puedes poner una mesa con dos sillas, tipo “tú y yo” suficiente para poder tomar el desayuno. Incluso, si lo prefieres, puedes poner una mesa plegable fijada a una de las paredes y así poder transitar por la terraza con tranquilidad.
También tienes la opción de poner uno o dos sillones de exterior con una mesa más baja y así crear un lugar donde relajarte en compañía o un rincón de lectura.
En cuanto al suelo, puedes colocar una alfombra de exterior que, combinada con los cojines, aportará un aspecto armonioso. Hay infinidad de opciones para el suelo si quieres cambiar el aspecto que tiene con baldosas encajables de distintos materiales y acabados, incluyendo el césped artificial.
Iluminación y plantas
La iluminación es otro punto que tomar en cuenta y, considerando que estamos tratando una zona al aire libre y probablemente soleada, lo mejor es instalar algunos puntos de luz con carga solar. Aquí, en función de tu gusto y creatividad, puedes instalar diferentes opciones como guirnaldas, puntos fijos y, sobre todo, apelando a la decoración, puedes poner velas y velones, incluso alguna farola para destacar algún punto concreto.
Las plantas siempre le darán vida a tu terraza. Opta por alguna estructura en verticalsi no tienes mucho espacio – tipo celosía o con baldas voladas estrechas – y coloca algunas macetas con flores o enredaderas o aprovecha las barandillas con maceteros colgantes. Si eres un desastre con las plantas, elige algunas opciones artificiales. Las hay muy fáciles de limpiar y muy realistas – las imitaciones de las suculentas adornan mucho y están muy de moda – pero trata de encajar alguna en este espacio porque el conjunto lo agradecerá.
Para disfrutar de nuestras terrazas no tenemos por qué tener vistas maravillosas al mar o a la sierra, ni tener muchos metros cuadrados. Simplemente debemos aprender a sacarles partido y pasar más tiempo en ellas, ya que nuestro clima, de manera general, nos lo permite. Si tomas alguno de los consejos que has encontrado en este artículo y lo aplicas, repite el ejercicio propuesto más arriba. Espero que la respuesta ahora sea “sí”.
Autor:
Gema Armenta
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