Cuando estudiamos la decoración de nuestra casa, en muchas ocasiones encontramos que puede resultar fría, a veces insulsa y, otras, poco acogedora. Pues bien, vamos a proporcionar algunos trucos para mejorar esto último y que tu casa resulte cálida y agradable.
Crear (o transformar) un espacio para que resulte acogedor es más sencillo de lo que puede parecer. Tener salones o dormitorios de revista con presupuesto ajustado es posible. Solo hay que pensar, buscar detalladamente y aplicar con buen gusto y criterio.
Los elementos de un hogar acogedor
Un hogar acogedor es ese que te invita a disfrutarlo, en el que te ves a ti mismo compartiendo el tiempo en familia. Si te imaginas un salón así, seguro que ves un sofá cómodo y mullido. Y es que esta es una de las claves para crear un salón acogedor. También puedes añadir una butaca que pueda resultar en un punto de lectura, con una mesa auxiliar y un punto de luz. Añádele algún otro elemento que te haga sentir bien y, de una manera sencilla, ya habrás creado un rincón de lo más especial para disfrutar de lo que más te gusta.
La luz es otro elemento de suma importancia para crear ambientes cálidos. Coloca distintos puntos de luz indirecta (y regulable si es posible) para crear esa atmósfera que buscamos. También ayuda colocar pequeños puntos de luz LED indirectos en lugares concretos, como en las librerías o en la cocina, así crearás rincones más especiales.
Los materiales que utilizamos para decorar también tienen una influencia directa en la calidez del resultado. La madera aquí es la reina. Las más adecuadas serían haya, nogal y pino, que por sus tonalidades más claras crean ambientes equilibrados. También te pueden permitir añadir algún elemento de diseño que destaque y que no reste calidez al ambiente. Las sillas del comedor son un buen ejemplo.
Al igual que con los materiales, el uso del color es fundamental. Ya decidamos pintar las estancias o utilizar algún tipo de papel pintado, debemos evitar estridencias y apostar por tonos neutros o por las gamas más cálidas del color de nuestra preferencia. Los revestimientos que imitan la tela tienen un efecto inmediato sobre la estancia. El blanco también puede resultar acogedor. Muy en contra de lo que muchas veces se puede pensar, el blanco, cuando se combina adecuadamente, puede crear atmósferas igualmente acogedoras. Aunque esto se debe aplicar para cualquier color, especialmente, si optas por el blanco, procura no dejar las paredes vacías. Compleméntalas con cuadros, espejos o imágenes de tu gusto.
En cuanto al uso de textiles, opta por los naturales y dale protagonismo al algodón o al lino. Cuando buscamos crear espacios acogedores, debemos huir de lo monocromático. Mezclar y combinar siempre da muy buen resultado. Haz combinaciones de la misma tela en distintos tonos para los cojines, por ejemplo. Los estampados (también mezclados) nunca sobran y dan ese toque ecléctico que en ocasiones encontramos en este tipo de estancias.
Complementos para estancias más acogedoras
Vamos ahora con los complementos. ¿Qué sería de un espacio acogedor sin alfombra? Aquí puedes elegir entre varias opciones dependiendo de la época del año. Opta por las más mullidas en invierno, darán calidez a tu pisada. Para el verano, elige alguna fibra natural, como el yute.
Ayúdate de las velas en distintos formatos y colócalas con otros elementos en composiciones. Recuerda usarlas y que cumplan su función. Ambiente acogedor que se precie, debe tener velas encendidas. En el mercado hay opciones de lo más curioso: puedes elegir un aroma que te transporte a un patio de naranjos o a un otoño en el pueblo.
Coloca mantas y plaids en los sofás. Busca que combinen con tus tapicerías y tendrás un complemento más que vestirá tu salón y al que le darás uso en los días más fríos.
No te olvides de las plantas naturales. Busca las opciones que te resulten más fácil conservar y encuéntrales un rincón con luz natural donde puedan crecer y darte ese aire fresco y verde.
Por último, y no por ello menos importante, personaliza las estancias con recuerdos o elementos que te resulten importantes por el lugar dónde los compraste o por quién te los regaló. Estos pequeños detalles siempre te hacen sentir bien.
Tener un hogar acogedor puede significar distintas cosas para según qué personas. De ahí que sea muy importante, como siempre, aplicar el gusto personal y pensar (y repensar) bien qué esperamos conseguir con la decoración de nuestra casa. En primera, y también en última instancia, nuestra casa nos debe facilitar disfrutar de ella y de los buenos momentos que nos pueda proporcionar.
Autora:
Gema Armenta
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