Si dividimos nuestra vivienda en compartimentos, encontraremos un lugar o varios en los que descansar, otro en el que asearnos, quizás uno en el que trabajar y otro que es polivalente. Ahí, especialmente en la zona mediterránea, se celebran todo tipo de rituales sociales, reuniones, debates sobre la cantidad de sal que debe llevar un cocinado o visitas nocturnas inesperadas. La cocina es un lugar que da mucho de sí. No solo es donde colocamos un frigorífico, los fogones, el fregadero y, por estos lares, hasta la lavadora. La cocina es mucho más que esto. Es un lugar muy transitado y para que cumpla sus funciones, es imprescindible que sea lo más práctico posible.
Tanto si estás pensando en reformar tu cocina o te acabas de comprar una vivienda y quieres sacarle el máximo partido, os presentamos algunos trucos para que tu cocina sea práctica.
- Para desayunos o comidas rápidas, es ideal contar con un espacio office en la cocina. Si dispones de espacio para instalarlo, utilízalo de manera sensata. No tienes por qué colocar una mesa de comedor con todas sus sillas. Puedes sencillamente colocar una balda volada o una mesa plegable anclada a la pared y un par de taburetes o sillas. Así podrás disfrutar de este rincón y aprovechar el área total cuando no lo necesites. También puedes alargar el espacio de trabajo y utilizarlo como una mesa.
- Piensa bien cómo te sueles mover por la cocina y optimiza la distribución del espacio para que puedas tener facilidad de movimiento. Si eres una persona de baja estatura, procura proveerte de un espacio de almacenaje adecuado a tu altura para no tener que utilizar taburetes. Igual sucede si mides más que la media. En ambos casos, si estás diseñando tu cocina, no dejes a la voluntad de la persona que va a diseñar o montar tu cocina a qué altura quieres tu encimera o tus muebles. Hay un rango de altura estándar en el que te puedes manejar para que tu zona de trabajo o almacenaje te resulte lo más práctica posible.
- Según la forma de tu cocina, tendrás que adaptar ciertos espacios para sacarles el máximo partido. Los rincones suelen ser un quebradero de cabeza, aunque hay ya múltiples soluciones para que no se desaproveche un milímetro de ese espacio y que sea fácilmente accesible. Por otro lado, siempre es muy buena idea tirar de organizadores para dividir el espacio y utilizarlo inteligentemente. El diseño empático tiene mucho que ver en estas soluciones que nos facilitan la vida.
- Si tienes la opción, elige que tus muebles altos lleguen hasta el techo. En las zonas más altas puedes guardar esos elementos que no utilizas con tanta frecuencia. Otra opción inteligente es colocar cajones de grandes dimensiones en la zona bajo la superficie de trabajo. Permiten aprovechar todo el volumen de almacenamiento y combinados con los organizadores que mencionamos antes, harán que tu día a día sea más sencillo.
- En cuanto a la iluminación, tanto si eres cocinillas, como si no, es muy buena idea instalar linestras de led que iluminen el espacio de trabajo. Te permitirán darle la intensidad que necesitas al espacio para cocinar o, simplemente, crear una atmósfera agradable.
- Mantener el orden siempre es complejo, pero en este espacio en concreto, es básico y fundamental. Un espacio ordenado es más fácil de limpiar y la higiene aquí debe ser extrema. Por otro lado, si tu cocina es pequeña, todo debe estar siempre en su lugar para que puedas utilizar la zona de trabajo sin mayores inconvenientes. También es útil, sabiendo que tenemos ciertos hábitos relacionados con la cocina que se repiten diariamente, darles una pensada para aprovechar el espacio al máximo. Por ejemplo, es una genial idea tener todo lo relativo al desayuno en un lugar específico. Busca la posibilidad de tener un mueble o área concreta en la que puedas almacenar (incluso enchufar) los elementos que utilizas a diario para este fin. Guarda aquí la cafetera, tostadora, cuencos, tazas y todo lo que esté vinculado al desayuno. Así te resultará muy fácil preparar y recoger todo para el día siguiente.
- Por último, y no por ello menos importante, haz que te guste tu cocina. Las sensaciones son tan importantes como el propio diseño y no sirve de nada que tengas una cocina de primer orden y perfectamente equipada si no te hace sentir a tu gusto. Que tu cocina te resulte confortable o incluso bonita, hará que la disfrutes y utilices más.
No dejes el diseño de tu cocina y sus elementos al azar. Como debe suceder para todos los rincones de una vivienda, piensa bien cómo la quieres disfrutar. Verás cómo el propio diseño te puede ayudar a que tu día a día sea más sencillo.
Autora:
Gema Armenta
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