Mayo en Sevilla es mucho más que la Feria. Es el mes en el que la ciudad entera se llena de vida, colores y aromas que nos recuerdan lo bonito que es vivir aquí. Y si el entorno nos inspira tanto, ¿por qué no dejar que esa primavera también florezca dentro de casa? En este 2025, la decoración primaveral en Sevilla se convierte en un reflejo de esa alegría, esa luz tan nuestra que invita a redescubrir los espacios que habitamos.
Terrazas que invitan a quedarse
Quien tiene una terraza en Sevilla tiene un tesoro, especialmente en estos meses donde el clima es una bendición. La tendencia actual va mucho más allá de colocar un par de sillas: se trata de convertir ese rincón en un verdadero oasis urbano. Las fibras naturales como el ratán o el bambú, los textiles en tonos crudos y los cojines de lino se convierten en esenciales.
Las plantas siguen siendo imprescindibles, pero ahora se organizan con más intención: estructuras verticales, jardineras de cerámica artesanal o maceteros a distintos niveles. Todo para crear una atmósfera de bienestar sin importar si se trata de una azotea en Triana o de un pequeño balcón en la Macarena.
Colores que conectan con la naturaleza
La primavera de este año viene cargada de matices suaves pero con personalidad. Atrás quedan los interiores sobrios: ahora se busca que el color hable, que acompañe y que relaje. En Sevilla, los tonos que más están funcionando son el verde almendra, los terracotas suaves que recuerdan a los patios del barrio de Santa Cruz, o los azules desvaídos como un cielo despejado sobre la Giralda.
El papel pintado vuelve a colarse en nuestros hogares, sobre todo en cabeceros de dormitorio o zonas de comedor. Se lleva lo orgánico: formas fluidas, motivos florales y patrones inspirados en la artesanía andaluza. Una mezcla que no solo embellece, sino que da carácter al conjunto.
Muebles que cuentan historias
En una ciudad donde la tradición convive con lo contemporáneo, no sorprende que el mobiliario recupere protagonismo. Ya no se trata de llenar de piezas nuevas, sino de elegir con criterio. Muebles heredados, restaurados o comprados en mercadillos como el del Charco de la Pava, aportan alma a cualquier espacio. Y cuando se combinan con elementos modernos, el resultado es único.
La decoración primaveral en Sevilla también abraza lo artesanal. Desde una mesa de comedor hecha con maderas recuperadas hasta lámparas de esparto trenzado a mano, todo apunta hacia lo auténtico, hacia aquello que perdura más allá de las modas pasajeras.
Textiles que alivian y acarician
Con la llegada del calor, los tejidos del hogar se transforman. Los plaids de lino sustituyen a las mantas de invierno, las cortinas se vuelven vaporosas y los cojines cambian su terciopelo por algodones lavados en tonos naturales.
La paleta que manda en los textiles nos lleva desde los blancos rotos hasta los mostazas desaturados, con pinceladas de rosa empolvado o verde salvia. Tonos que bien podrían haber salido de una puesta de sol en el río Guadalquivir. Y todo esto aderezado con texturas que apetece tocar: el lino arrugado, el yute trenzado o las gasas suaves que filtran la luz sin frenarla.
Decoración primaveral en Sevilla
Decorar en primavera no es una cuestión de tendencias; es una declaración de intenciones. Es abrir las ventanas al buen tiempo, dejar que la casa se oxigene y, de paso, oxigenarnos nosotros también. En Sevilla, donde cada estación tiene su propio ritmo y color, mayo es el mes para reinventar nuestro hogar. Porque cuando la primavera entra por la puerta, no solo se nota en las flores… también se siente en el alma de quien la habita.
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