Dicen que tenemos cuatro estaciones y que nos estamos adentrando en otoño. Aunque es cierto que los veranos cada vez son más largos y los inviernos menos fríos, sí que debemos organizar nuestros armarios para adaptarlos a las temporadas. Esta tarea suele dar mucha pereza, pero sabemos que antes o después debemos completarla. Incluso si contamos con grandes armarios en los que tenemos todas nuestras prendas a disposición durante todo el año, debemos revisar y mantener adecuadamente nuestras prendas.
En este artículo vamos a repasar algunos principios básicos y a añadir algunos consejos que convertir en rutina el mantenimiento saludable de nuestros armarios.
3, 2, 1… ¡cambio!
Ha llegado el día. Has encontrado el momento en el que hacer cambio de armario o no lo has podido dilatar más en el tiempo: el frío (o el calor) llama a tu puerta. Comienza por sacar todas las prendas del armario y los cajones y revisarlas detenidamente. ¿Las has utilizado esta última temporada? ¿Te quedan bien o no se ajustan a tu talla actual? Pues bien, llega el momento de retirar los “porsiacasos”. Esas prendas son, en ocasiones, la representación de la esperanza de retomar esa talla o, en otras, la fe de que una moda concreta vuelva. Ni un pensamiento ni el otro son saludables. Aceptar la talla que tenemos es fundamental para continuar con la vida sin complejos. Y las modas vuelven, pero quizás el estado de las prendas no es el óptimo como para volver a ponerte, por ejemplo, esa sudadera rosa chicle de cremallera y capucha que usabas en 2004. Ya sabemos que estas prendas las podemos vender, donar o reciclar, así que prepara una bolsa grande y llénala de esas piezas que te darán, a su vez, el regalo del espacio una vez te hayas deshecho de ellas.
Precisamente, ese espacio que debes apreciar, una vez que hayas sacado todo del armario, debe servirte para el siguiente consejo: diseña la mejor manera de organizar tu armario y tus cajones. Lo ideal es guardar las prendas bien dobladas, en organizadores y en horizontal. De esta manera, podrás ver de un vistazo todas las prendas que tienes y no solo utilizar unas pocas que se encuentran arriba de la pila de camisetas, jerseys o pantalones.
Por otro lado, organiza y ordena con tu propia lógica. Reserva espacios para los complementos y los accesorios y guárdalos en conjunto. Sírvete de organizadores abiertos para cajoneras, organizadores colgantes para la barra del armario, otros más pequeños para los pequeños accesorios. Distribúyelos de manera eficiente y sobre todo, después de pensar cómo te resultarían más prácticos. Para colgar las prendas, es muy buena idea comprar perchas de terciopelo, ocupan poco espacio, evitan que las prendas resbalen y permiten que el aspecto sea homogéneo, algo que también ayuda a tener orden.
Guardar las prendas de la temporada que se va y un consejo final
Una vez que hayas colocado las prendas de la nueva temporada con tu nueva organización, llega el momento de guardar las prendas de la temporada que ya se va. Para ello, debes servirte de bolsas o cajas de almacenaje que tengan cierta transpiración y comienza a guardar. Revisa el estado de las prendas que vas a guardar: si tienen alguna mancha o necesitan algún tratamiento de tintorería. Prepara todo, de manera que, para la siguiente temporada, tus prendas estén a punto para ser utilizadas. En este sentido, si se trata del cambio de invierno a primavera, revisa bien los abrigos y los jerseys, elimina las bolitas que se le hayan podido formar y consérvalos adecuadamente. En este cambio, también son útiles las bolsas de almacenaje al vacío para disminuir el volumen de las prendas que vamos a guardar.
Por último, si te vas a tomar este cambio de armario como un nuevo comienzo, te resultará muy positivo plantearte una nueva idea de consumo de ropa. Piensa muy bien en lo que vas a comprar, si realmente lo necesitas o solamente va a ocupar espacio en tu armario. Toma en cuenta también que más vale comprar prendas atemporales y de calidad – aunque sean más caras – que rotar de armario cada temporada. Hay un consumo desmesurado de prendas de muy bajo coste tras el que podemos encontrar injusticias laborales o una sobreexplotación de recursos naturales. Además, su calidad es tan efímera que nos duran dos o tres puestas. Si optas por prendas de mayor calidad y les das el tratamiento y mantenimiento adecuados, contarás con ellas durante mucho tiempo, haciéndole un favor a tu economía, al espacio del que dispones y al planeta.
Autora:
Gema Armenta
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