A estas alturas, si has venido leyendo los artículos que hemos publicado sobre la organización y el orden en esta revista, debes tener todo bajo control para tener tu casa ordenada. Ya conoces la importancia de que haya un lugar para cada cosa a la que puedas acudir siempre que busques algo concreto. También sabes que el orden es cuestión de constancia y que te aporta mucha paz mental.
Sin embargo, con el ajetreo del día a día, es muy fácil caer en ciertos errores. Podemos meter la pata sin querer, sin darnos cuenta. Para evitarlo, vamos a presentar una lista con algunos “focos de desorden” para que les prestes especial atención en tu casa. No es una lista exhaustiva y se pueden añadir muchos más, pero vamos a señalar los que te pueden resultar más evidentes.
Daremos un paseo por nuestra casa, yendo poco a poco iremos analizando estos puntos débiles y comprobando si, efectivamente, hemos caído en descuidar el orden.
- Comenzamos por el recibidor. Aquí solemos “descargarnos” de todo lo que traemos de la calle: nuestra maleta del trabajo, la mochila del cole, los abrigos y accesorios, calzado, paraguas… demasiadas cosas para un espacio tan pequeño. Es crucial que este espacio no caiga en el desorden. Si aquí tienes un armario, procura que esté bien organizado y que sea funcional. Sírvete de cajones, organizadores y dale un espacio a cada miembro de la casa. El recibidor es la bienvenida a tu casa y es necesario que siempre tenga buen aspecto.
- Avanzamos hacia el salón. Además del desorden obvio, aquí podemos encontrar ruido visual muy diverso: demasiados cojines no coordinados, mantas y plaids por todas partes, estanterías demasiado cargadas o con cosas fuera de lugar. Utiliza rincones de almacenaje para esos elementos que utilizas todos los días y dedica unos minutos al día a ordenarlos. Por ejemplo, agrupa todas tus mantas en un cesto junto al sofá. Puede resultar decorativo y, al mismo tiempo, permitirás que tu salón tenga un aspecto más limpio.
- Vamos ahora a los dormitorios. Atención aquí con la silla que se convierte en una montaña de ropa. Si tienes ropa que no quieres guardar en el armario, pero consideras que no necesita un lavado aún, reserva un espacio en algún armario o espacio de almacenaje y consérvala aquí para tenerla a mano y usarla de nuevo antes de lavarla definitivamente. Otro elemento de distorsión es la ropa o cualquier cosa encima de la cama. El orden de un dormitorio comienza con una cama bien hecha y cualquier elemento que pongas sobre ella y que esté fuera de lugar, crea una distorsión grave.
- Seguimos en el dormitorio. Abre cualquier cajón. Encuentras cosas mezcladas que no tienen nada que ver: ropa interior, pantalón y pijama en el mismo espacio. Definitivamente, algo estás haciendo mal. Dale un lugar a cada prenda y utiliza organizadores para separar en los cajones o armarios de mayor tamaño. La sensación de orden se multiplica cuando lo tienes todo bien estructurado y con sentido.
- Nos vamos ahora a la cocina. Aquí hay varias claves que delatan el desorden, pero nos vamos a centrar en aquello que no se ve a simple vista. Abre armarios y cajones, especialmente, ese cajón de utensilios de cocina (cucharones, cuchillos de gran formato, palas, etc.). Es muy fácil que ese cajón sea un auténtico caos y que cuando necesites algo, no lo encuentres e incluso te cortes. Aplica la lógica, utiliza separadores y ordena según la finalidad del utensilio. Si abres la alacena y tienes la misma impresión, invierte algo de tiempo en separar todo y utiliza cestas para separar: cereales con cereales, pasta con pasta, especias con especias. Parece básico, pero terminamos cayendo en el desorden eventualmente.
- Terminamos nuestro repaso en el cuarto de baño. Echa un vistazo rápido, ¿te sientes conforme con lo que ves? Quizás haya demasiados botes y tarros de distintos colores y tamaños, incluso alguno ya casi vacío que debería estar en la basura. Considera comprar recipientes homogéneos y nombrarlos. El aspecto mejorará considerablemente. Ubica esas cremas y productos de belleza que tenemos en un armario cerrado. Presta también atención a los textiles aquí y procura que las toallas estén en buen estado y sean homogéneas.
Estos seis puntos son solo un comienzo. Es posible que te identifiques más con unos que con otros, o que sencillamente, tus puntos débiles se encuentren en otros rincones de tu hogar. Todos conocemos nuestros defectos y sabemos dónde solemos fallar más, que es justamente donde debemos prestar más atención para que podamos mantener el orden de manera más sencilla.
Ya lo hemos mencionado en otras ocasiones, es importante ordenar y organizar correctamente. Sin embargo, mantener ese orden en el largo plazo es lo que te va a proporcionar la paz mental que nuestra vida diaria necesita.
Autora:
Gema Armenta
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